Para saber si estamos bien de salud es muy común ir a un Centro de Atención Primaria (CAP), clínica u hospital para que los profesionales sanitarios nos saquen una muestra de sangre. Esta prueba consiste en la extracción de una pequeña cantidad de sangre que posteriormente será analizada en un laboratorio. En el caso de padecer alguna enfermedad reciente y comprobar que los niveles de nuestro cuerpo están estables, la extracción de sangre se realiza más a menudo. El caso es que los médicos recomiendan hacerse mínimo un análisis de sangre al año para comprobar que esté todo correcto en nuestro organismo. Así pues, si quieres saber más sobre este proceso, sigue leyendo. Y recuerda que contamos con una amplia variedad de cursos sanitarios para que puedas ampliar tus conocimientos en salud y medicina.
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¿Qué es una muestra de sangre?
Como hemos mencionado, una muestra de sangre consiste en extraer una pequeña cantidad de sangre de un paciente para su posterior análisis en un laboratorio. La muestra sanguínea puede ser de sangre arterial, capilar o venosa (la más común). Esta se extrae de forma rápida, sencilla y relativamente fácil, ya que a veces cuesta encontrar la vena que será punzada.
Gracias a este análisis de sangre se pueden evaluar diferentes indicadores, como la concentración de glucosa en sangre, el colesterol, la hemoglobina o los glóbulos blancos. Asimismo, a través de un hemograma se pueden detectar o descartar problemas de salud, como una enfermedad o afección médica. Además, también se puede saber si nuestros órganos funcionan correctamente, como los riñones o el hígado. Por este motivo, los médicos recomiendan hacerse a un análisis de sangre una vez al año, como mínimo.
Material necesario para hacer un análisis de sangre
Para extraer una muestra de sangre con tubo de vacío es necesaria:
- Palomilla de extracción desechable.
- Compresor de goma.
- Gasas estériles.
- Alcohol.
- Guantes de látex.
- Apósitos.
- Tubos de vacío para las muestras. Estos pueden ser de color rojo, amarillo, azul, malva, verde o negro.
Cómo se toma una muestra de sangre
La extracción de sangre suele realizarla un enfermero/a o auxiliar de enfermería y no suele durar más de 5 minutos. Para que sepas cómo es todo el proceso, te lo explicamos en tres fases:
Antes
El paciente debe acudir a la prueba en ayunas, entre 8 y 10 horas antes de la extracción. Si come, algunos de los valores del análisis pueden verse modificados. Tampoco se recomienda ingerir cualquier tipo de líquido o fumar antes de la prueba.
Según la razón para realizar el análisis de sangre, hay pacientes que tampoco deberán tomar una medicación o alimento en concreto durante unas horas o días previos. Esto le será indicado previamente por el médico.
En el momento de la prueba, el paciente deberá indicar al sanitario si está realizando algún tratamiento o si ha padecido alguna infección o enfermedad días previos al examen.
Durante
Para sacar una muestra de sangre correctamente, el paciente:
- Está sentado o recostado sobre una camilla (en caso de marearse).
- Extiende uno de sus brazos y lo mantendrá inmóvil durante el proceso.
- El profesional localiza una vena de la cara anterior del brazo y a la altura de la flexión del codo para su punción.
- A continuación, coloca una goma elástica (torniquete) por encima del punto de punción para favorecer el llenado de la vena.
- Desinfecta la zona de punción con un algodón o una gasa estéril empapada de alcohol.
- Para extraer un poco de sangre, el sanitario utiliza una palomilla para rellenar los tubos de muestra.
- Al terminar, pone un apósito estéril sobre la zona punzada y el paciente tiene que presionar durante unos minutos para que no haya sangrado.
Después
Al ser agujas de calibre pequeño, la punción no resulta dolorosa. Aun así, existen casos puntuales de pacientes que se marean debido al temor a las agujas. También puede suceder por un ayuno prolongado. Asimismo, si el paciente no presiona durante unos minutos, puede aparecer un pequeño hematoma en la zona de punción.