Después de todos los excesos navideños, son muchas las personas que recurren a las dietas milagro para adelgazar rápidamente y sin esfuerzo. Pero ¿son realmente beneficiosas para nuestro cuerpo? En el post de hoy vamos a explicarte todo lo que conlleva seguir una dieta milagrosa. Y si te gustaría ampliar tus conocimientos sobre hábitos alimenticios, echa un vistazo a los másters en nutrición que tenemos disponibles actualmente para ti.
Índice de contenidos
¿Qué son las dietas milagro?
Las dietas milagrosas, así como los quemadores de grasa, se pusieron de moda desde hace años ante la necesidad de perder peso de forma fácil, rápida y segura, cumpliendo así con los cánones de belleza. Pero la verdad es que estas dietas carecen de fundamentos científicos, suelen ser temporales y tienen efectos negativos sobre nuestra salud, por lo que su publicidad está prohibida, aunque las encontrarás fácilmente por redes sociales.
Seguir una dieta milagrosa provoca desequilibrios nutricionales y calóricos, derivando en el posible desarrollo de enfermedades cardiovasculares, diabetes u osteoporosis, así como trastornos alimentarios (TCA). También provocan la pérdida de líquidos y masa muscular, en vez de grasa.
Asimismo, además de perder nuestra educación alimentaria basada en buenos hábitos, suelen provocar lo que se conoce como efecto yo-yo o efecto rebote, es decir, que recuperas todo el peso perdido y más en muy poco tiempo.
Así pues, la mejor forma de perder peso o poner solución al sobrepeso es llevar un estilo de vida saludable, siguiendo una dieta variada y equilibrada, así como hacer ejercicio físico, al menos, de tres a cuatro días a la semana.
Cómo reconocer una dieta milagrosa
Todas las dietas milagrosas comparten ciertas características o señales que nos permiten identificarlas con más facilidad. Toma nota de ello:
- Prometen resultados mágicos en poco tiempo y de forma muy fácil.
- Para darle credibilidad, muestran (falsos) testimonios con resultados increíbles.
- Dividen los alimentos en buenos y malos, permitidos y prohibidos.
- Exageran los beneficios de un alimento, un nutriente o conjunto de nutrientes, eje de este tipo de dietas.
- Recomiendan productos de dudosa composición o procedencia.
- Ponen constantemente en duda las afirmaciones científicas de profesionales reconocidos.
Cuáles son las dietas milagro más conocidas
Estamos seguros de que si buscas información sobre dietas milagrosas de moda, encontrarás las que te explicamos a continuación. Recuerda que ninguna tiene fundamentos científicos que avalen su eficacia, sino todo lo contrario. Muchos estudios y expertos han alertado de los peligros que provocan en la salud.
Dieta Keto
Muy famosa en los últimos dos años, la dieta cetogética busca la cetosis, un proceso que realiza nuestro cuerpo para transformar la grasa en cuerpos cetogénicos. Esta dieta puede ocasionar serios problemas de salud, además de complicar las digestiones y causar muchos síntomas molestos.
Dieta del grupo sanguíneo
Esta dieta consiste en que, según el grupo sanguíneo al que pertenezcas, deberás tomar un tipo de alimentos u otro. Por ejemplo, las personas con sangre del tipo O+ deben consumir solo carne, o las personas con sangre del tipo A deben evitar los productos derivados de los animales.
Dieta de la col
Consiste en alimentarse a base de sopa de apio, cebollas, tomate, pimienta y col. Es una dieta hipocalórica que, al ingerir los ingredientes en forma de sopa (ya sea fría o caliente) no requiere de un proceso de masticación, lo que deriva en problemas gastrointestinales.
Dieta de Atkins
A diferencia de la anterior, esta dieta es hipergrasa e hiperproteica. Se adelgaza rápido porque se queman grasas en vez de hidratos de carbono. Esto tiene, como consecuencia, el déficit de vitaminas, lo que provoca fatiga, cetosis y cefaleas.
Dieta Dunkan
Muy de moda hace unos años debido a personas famosas que la seguían, el método Dunkan se basa en cuatro etapas:
- Ataque. Se consumen todas las proteínas que se quieran. Existe el riesgo de deshidratación, pérdida de vitaminas y descalcificación ósea.
- Crucero. Se alternan el consumo solo de proteínas con ciertas verduras.
- Consolidación. Se consumen algunos de los alimentos que estaban prohibidos.
- Estabilización. Se vuelven a consumir alimentos regularmente, pero con limitaciones.
Dieta Paleo
Esta dieta se basa en la alimentación que seguía el ser humano durante el paleolítico. Prioriza los vegetales, lácteos, huevos y carnes magras. Se ha demostrado que es perjudicial debido al exceso de grasas y proteínas, lo que genera un desequilibrio importante de los niveles de ácido úrico y colesterol malo.
Dieta del limón
Consiste en ingerir unos 8 vasos de agua con limón al día y alimentarnos a base de frutas y verduras. Y a simple vista, resulta obvio que perderemos peso, pero también masa muscular debido a la falta de proteínas.