En pleno temporal frío, las hortalizas de invierno nos aportan el extra de nutrientes que necesita nuestro organismo en esta época del año. Por ello, consumir productos de temporada es tan recomendable, porque es cuando se encuentran en su punto óptimo de nutrientes y sabor. Y en invierno, las hortalizas de temporada que predominan en las verdulerías son los tubérculos, bulbos y raíces. Así pues, si quieres saber cuáles son y qué beneficios nos aportan, sigue leyendo. Y recuerda que puedes ampliar tus conocimientos en alimentación a través de los másters en nutrición y dietética que tenemos disponibles.
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Propiedades nutricionales de las hortalizas de invierno
Espárragos, cardos, habas, puerros… Las verduras de invierno son ricas en fibra, vitaminas, minerales y sabor. Gracias a ello, reforzamos nuestro organismo ante la bajada de las defensas a causa del frío.
Las hortalizas de invierno aportan grandes cantidades de fibra y agua, por lo que tienen muy pocas calorías y gran efecto saciante. La gran mayoría contienen vitaminas del grupo A y B, además de propiedades antioxidantes y anticancerígenas. Además, algunas de ellas, como las alcachofas, contienen potasio, magnesio y fósforo, minerales beneficiosos para el hígado y la vesícula.
Cómo cocinar las verduras de invierno
Con el frío, el cuerpo nos pide alimentos calientes y texturas suaves. Por ello, consumir sopas, cremas o purés es tan típico en esta época del año. Además de protegernos del frío, sacian nuestro apetito.
Otra manera de cocinar los vegetales de invierno es hirviéndolos al dente o al vapor y acompañarlos de alguna vinagreta para potenciar los sabores. Y sino, siempre queda la opción de hacer las verduras a la parrilla o a la plancha, con un poco de aceite y sal de escamas.
Ocho verduras de invierno
Si las verduras y frutas de otoño se caracterizan por sus tonos naranjas y marrones, en invierno suelen ser de color verde oscuro y muy resistentes al frío. Si quieres saber cuáles son, a continuación, te decimos las más importantes y que favorecerán que tu cuerpo se adapte mejor a las bajas temperaturas. Toma nota.
Alcachofas
La parte comestible de la alcachofa es la flor, siendo el “corazón” la parte más tierna y sabrosa. Las alcachofas contienen mucha agua, así como hidratos de carbono y fibra soluble. Es precisamente esta la que contribuye al buen funcionamiento del tránsito intestinal, además de tener un gran efecto prebiótico. También contiene minerales como el sodio y el magnesio.
Acelgas
Las acelgas son ricas en vitamina A y una fuente de folatos, un tipo de vitamina B que contribuye a la formación de glóbulos rojos y blancos. También contienen grandes cantidades de minerales, concretamente de potasio, hierro, yodo y calcio.
Brócoli
El brócoli es una verdura crucífera de valor calórico muy bajo. Es rico en vitamina A y C, por lo que cuenta con grandes propiedades antioxidantes. También contiene ácido fólico (vitamina B9), potasio y hierro. Su mal olor a la hora de cocinarlo se debe a sus compuestos azufrados.
Coliflor
Al igual que el brócoli, la coliflor también huele mal a la hora de cocinarse debido a sus compuestos azufrados. Aun así, es una verdura de invierno rica en vitamina K, ácido fólico y minerales.
Cardo
El resto del año solemos ver los cardos en conserva, pero en invierno hay que aprovechar para cocinarlos, ya sean hervidos o gratinados al horno. Es una verdura muy rica en calcio, fibra y vitamina C. Esta verdura suele recomendarse en personas que siguen una dieta de adelgazamiento.
Col
Las coles, que suelen usarse para hacer caldo o adobadas en vinagre, son ricas en antioxidantes. Contienen azufre, antocianinas y betacarotenos. En el caso de las coles de Bruselas, también son ricas en ácido cítrico y vitamina C.
Espinacas
Al igual que las acelgas, la parte comestible de las espinacas son las hojas. Son ricas en vitamina A, por lo que son las mejores aliadas para reforzar el sistema inmunitario. También contienen ácido fólico y se recomiendan en dietas de adelgazamiento, ya que el aporte calórico es nulo.
Guisantes
El guisante es un tipo de legumbre rica en proteína vegetal, carbohidratos y fibra. También contiene minerales como calcio, hierro, fósforo, potasio y magnesio, así como vitaminas del grupo B y C.